Una de las primeras cosas que debemos hacer cuando diseñamos experiencias de aprendizaje es la definición meticulosa de objetivos.
Esta cuestión no es sencilla. Aceptémoslo, no solemos dedicarle el tiempo y espacio suficiente a esta tarea tan meticulosa y de la cual vienen las siguientes cuestiones como son los contenidos, las actividades, evaluaciones, etc. En el peor de los casos lo hacemos de forma retroactiva…
Y es que es complejo y hay gran divergencia en cuanto a la mejor manera de definirlos. Si me preguntan a mi me ayuda mucho la taxonomía de Bloom. Si bien es un clásico y goza de sus años no ha perdido vigencia. Cierto que no hay refutación desde la neurociencia en cuanto a que declara la profundidad del proceso cognitivo. Pero nadie puede negar que es muy útil a la hora de desmenuzar los objetivos y verbalizarlos. Vaya que nos ayuda a aterrizar en postulados objetivos y realistas.
Por ello, me preparé una serie de cartas editables con una serie de verbos asociados a la dimensión cognitiva, de lo más abstracto a lo más concreto.
No me voy a detener a explicar la pedagogía que hay detrás de la taxonomía de Bloom ni de lo que son los objetivos Smart pues ya hay mucha literatura al respecto. Quiero ser práctico y compartirte lo que yo utilizo. Son 6 cartas: Crear, Evaluar, Analizar, Aplicar, Comprender y Recordar. En cada una encontrarás un indicador del nivel del proceso cognitivo que requiere en el o la estudiante, así como una serie de verbos de ejemplo que al menos a mi me ayuda a plantear objetivos reales para mis diseños experiencias de aprendizaje.