Una nueva visión del aprendizaje en las organizaciones: el impacto de la inteligencia artificial
Si eres lector habitual de este medio conocerás que nacimos con el enfoque de la misión y visión del Chief Learning Officer. Pues bien, a todas luces era necesaria una reflexión y revisión por los acontecimientos de los dos últimos años. Este contexto, marca lo que venimos divulgando últimamente y seguramente en el futuro cercano sigamos dicho camino.
En un mundo digital en constante cambio, el aprendizaje en las organizaciones ha dejado de ser un elemento complementario para convertirse en un motor estratégico de adaptación y competitividad. La Inteligencia Artificial ha irrumpido como un catalizador que está transformándolo todo: desde cómo trabajamos hasta cómo aprendemos. Las empresas no solo deben ser resilientes, sino que ahora más que nunca, necesitan integrar el aprendizaje como parte esencial de su ADN para prosperar en un entorno de incertidumbre.
¿Qué necesitan las organizaciones?
El mercado laboral y empresarial actual exige una capacidad de adaptación sin precedentes. En este escenario, la IA está redefiniendo las reglas del juego, permitiendo a las empresas:
- Predecir necesidades formativas gracias al análisis de datos.
- Automatizar tareas repetitivas, liberando a los equipos para enfocarse en el desarrollo de competencias humanas.
- Personalizar experiencias de aprendizaje, ofreciendo contenidos específicos en el momento y lugar adecuado.
Sin embargo, estas oportunidades traen consigo retos: las empresas deben reinventarse continuamente y, al mismo tiempo, generar un entorno atractivo para sus empleados, donde puedan crecer y desarrollar nuevas habilidades.
Los departamentos de formación tradicionales han quedado obsoletos. En lugar de ofrecer planes de carrera rígidos y unilaterales, las organizaciones necesitan adoptar un enfoque estratégico, ágil y personalizado que permita a los empleados aprender lo que necesitan, cuándo lo necesitan y de una forma que se alinee con sus intereses y capacidades.
Un cambio de enfoque: aprendizaje centrado en la persona
El papel del Chief Learning Officer (CLO) y de los equipos de formación debe evolucionar. Ahora, somos facilitadores, diseñadores y codiseñadores del aprendizaje. Esto implica transformar:
- Los objetivos de aprendizaje:
- Pasar de centrarse en competencias técnicas a desarrollar capacidades críticas como la adaptabilidad, el pensamiento crítico y el aprendizaje continuo.
- Adoptar un enfoque «human-first», diseñando experiencias formativas personalizadas y centradas en el crecimiento individual y colectivo.
- Las metodologías de aprendizaje:
- Implementar metodologías ágiles y significativas, como el aprendizaje basado en proyectos o el microlearning, que ofrezcan contenido práctico y aplicable de forma inmediata.
- Usar IA para crear rutas de aprendizaje personalizadas, curar contenido relevante y optimizar la experiencia formativa.
- La forma de trabajar en formación:
- Trabajar en equipos multidisciplinares y bajo metodologías ágiles, como los sprints, que permitan iterar, adaptar y mejorar continuamente las experiencias de aprendizaje.
La IA: clave para el aprendizaje organizacional
La Inteligencia Artificial no solo es una herramienta; es un pilar estratégico. Está permitiendo que las empresas:
- Detecten necesidades formativas a través de analítica avanzada.
- Generen contenidos interactivos y dinámicos con herramientas como asistentes de texto a texto, imágenes y vídeos.
- Automaticen procesos de aprendizaje, como evaluaciones, retroalimentación y creación de itinerarios formativos.
Por ejemplo, soluciones como chatbots para soporte al empleado o sistemas que detectan patrones de desempeño ofrecen un nivel de personalización nunca visto. La IA permite democratizar el acceso al aprendizaje, superando barreras tradicionales como el tiempo o los recursos.
¿Qué necesitan los empleados?
Los empleados son conscientes de que la IA y la automatización están cambiando sus roles y competencias necesarias para el futuro. Según investigaciones, más del 75% de los trabajadores están preocupados por el impacto de estas transformaciones y buscan empresas que los apoyen en su desarrollo.
Las organizaciones deben:
- Fomentar el upskilling (mejorar habilidades existentes) y el reskilling (adquirir nuevas competencias).
- Priorizar el desarrollo de habilidades humanas, como la creatividad, el liderazgo y la colaboración, que complementan a la IA.
- Crear espacios y tiempos dedicados al aprendizaje, vinculando la formación con proyectos reales y objetivos claros.
Los empleados valoran más la aplicación práctica del aprendizaje que los reconocimientos o promociones. Es fundamental que puedan codiseñar sus propios itinerarios formativos, alineando sus intereses personales con los objetivos organizacionales.
Equipos de formación: hacia un nuevo rol estratégico
Los equipos de formación deben transformarse en diseñadores de experiencias de aprendizaje, adoptando un enfoque ágil y digital que:
- Integre herramientas de IA para crear contenidos interactivos y personalizados.
- Diseñe experiencias de aprendizaje centradas en las personas, basadas en investigación y datos.
- Alinee los objetivos formativos con las metas estratégicas del negocio.
La metodología agile y frameworks como Human-Centered Innovation permiten iterar rápidamente, adaptarse a las necesidades del negocio y mantener al aprendizaje como una ventaja competitiva.
Conclusión: construyendo una cultura del aprendizaje
La transformación del aprendizaje en las organizaciones es inevitable. La combinación de IA, metodologías ágiles y personalización nos permite no solo adaptarnos al cambio, sino liderarlo. Los CLO, junto con equipos de diseño de aprendizaje, debemos asumir el rol de facilitadores y transformadores organizacionales, construyendo culturas que valoren la curiosidad, el crecimiento continuo y el aprendizaje significativo.
La IA no reemplazará a los humanos, pero nos empodera para ser mejores aprendices y creadores. El momento de actuar es ahora: hackeemos el sistema por el bien de las personas y las organizaciones.
En conclusión, nuestra misión y valores no cambian y cobran más sentido y urgencia.







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