El Future of Jobs Report 2025, publicado por el Foro Económico Mundial, proporciona un análisis profundo y detallado de las transformaciones estructurales en el mercado laboral global y sus implicaciones para el desarrollo de habilidades y la formación profesional. Este informe, basado en la opinión de más de 1,000 empleadores que representan 22 sectores y 55 economías, resalta tendencias fundamentales que afectan la naturaleza del trabajo, las competencias requeridas y las estrategias para mantenerse relevante en un entorno laboral en constante cambio.
Este documento no solo ofrece una radiografía del estado actual del mercado laboral, sino también una proyección hacia 2025 y más allá, estableciendo un marco crítico para la adaptación y reinvención de los modelos de formación. En un mundo donde los cambios son cada vez más rápidos e impredecibles, la capacidad de anticipar tendencias y responder a ellas con soluciones efectivas se convierte en un factor diferenciador.
La publicación de este estudio anualmente marca un marco de trabajo y proyección donde se fijan las principales organizaciones, mercados e industrias. Pero… ¿qué ocurre con la formación en este contexto?
En ello, nos hemos enfocado la última semana para sacar nuestras propias conclusiones.
Transformaciones clave que afectan la formación profesional
El informe identifica cinco macrotendencias determinantes que están configurando el futuro del mercado laboral:
- Innovaciones tecnológicas: Las tecnologías disruptivas, especialmente la inteligencia artificial generativa (IA), están impulsando cambios profundos en los procesos productivos y los modelos de negocio. Estas herramientas no solo automatizan tareas repetitivas, sino que también amplían las capacidades humanas en análisis de datos, creatividad y toma de decisiones complejas.
- Transición hacia economías sostenibles: La lucha contra el cambio climático y la adopción de energías renovables están generando nuevas demandas de competencias especializadas, como el diseño de tecnologías limpias y la gestión de proyectos verdes. Este cambio también implica la reconversión de industrias tradicionales hacia modelos sostenibles.
- Fragmentación geoeconómica: Las restricciones al comercio y las tensiones políticas están alterando las cadenas de suministro y el acceso a mercados globales. Esta dinámica exige habilidades en gestión del riesgo, negociación intercultural y adaptación a entornos reguladores complejos.
- Incertidumbre económica: La volatilidad en los costos de vida, las tasas de interés y los niveles de inflación subraya la necesidad de resiliencia organizacional y estrategias de mitigación de riesgos. Esto abre oportunidades para formar líderes en gestión de crisis y planificación financiera avanzada.
- Dinámicas demográficas divergentes: El envejecimiento de la población en economías avanzadas y el crecimiento de la población activa en países en desarrollo presentan retos y oportunidades contrastantes. Esto exige una estrategia global que aborde tanto la automatización para suplir la falta de mano de obra como la inclusión de poblaciones diversas en el mercado laboral.
Estas megatendencias están interconectadas y subrayan la necesidad de programas de formación que trasciendan los enfoques tradicionales, integrando tecnología, sostenibilidad y gestión adaptativa en sus diseños curriculares.
Habilidades prioritarias para el futuro laboral
La formación profesional se posiciona como un instrumento clave para mitigar los impactos de estas transformaciones. Entre las competencias destacadas como críticas para 2025 y más allá, se encuentran:
- Pensamiento analítico y crítico: Una habilidad transversal identificada como esencial por el 70% de los empleadores encuestados. Esta competencia permite descomponer problemas complejos y abordar soluciones de manera estructurada, algo fundamental en entornos empresariales cambiantes.
- Resiliencia, adaptabilidad y agilidad: Competencias indispensables para afrontar entornos complejos y en constante evolución. Estas cualidades son clave para la gestión del cambio y el bienestar en escenarios de alta presión.
- Dominio de IA y big data: La creciente adopción de tecnologías basadas en datos impulsa la demanda de expertos en estos ámbitos. Esto incluye desde el desarrollo de algoritmos hasta la interpretación de datos para la toma de decisiones.
- Liderazgo e influencia social: Fundamentales para la gestión de equipos y el impulso de iniciativas de cambio. Las organizaciones buscan líderes capaces de inspirar y dirigir en entornos diversos.
- Curiosidad intelectual y aprendizaje continuo: Competencias necesarias para mantenerse al día en un panorama laboral dinámico. La capacidad de aprender rápidamente se convierte en una ventaja competitiva.
Por otro lado, habilidades como la destreza manual y la precisión se ven relegadas debido a la automatización de tareas repetitivas y mecánicas. Este desplazamiento resalta la necesidad de reorientar la formación hacia competencias que complementen la tecnología.
Además, el informe destaca que el aprendizaje no solo debe enfocarse en lo técnico, sino también en habilidades blandas, como la comunicación efectiva, la inteligencia emocional y la capacidad de colaborar en equipos multidisciplinarios y remotos.
Sectores con mayor demanda de capacitación
El informe señala los sectores que concentran una alta demanda de formación en habilidades emergentes:
- Tecnologías de la información: Prioriza competencias en IA, ciberseguridad y transformación digital. Este sector se expande con rapidez, lo que aumenta la demanda de profesionales calificados en implementación y mantenimiento de tecnologías avanzadas.
- Salud y atención sanitaria: Destaca la necesidad de empatía, resiliencia y habilidades para el cuidado de una población envejecida. Además, la tecnología médica y la telemedicina requieren formación específica.
- Educación y formación: Incrementa la demanda de metodologías innovadoras y liderazgo pedagógico. La educación digital también se convierte en un área clave.
- Transición verde: Incluye roles como ingenieros en energías renovables y especialistas en vehículos eléctricos. Este sector también requiere habilidades en gestión de proyectos sostenibles.
Estos sectores ofrecen oportunidades significativas para los profesionales de la formación que puedan desarrollar contenidos alineados con las tendencias específicas de cada industria.
Impacto de la IA generativa en la formación profesional
La IA generativa representa tanto un desafío como una oportunidad. Aunque tiene el potencial de automatizar tareas como la redacción o el análisis de datos, también habilita nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Las habilidades humanas, como la mentoría, el pensamiento crítico y la gestión del cambio, siguen siendo áreas donde la tecnología no puede reemplazar el valor humano.
Los programas de formación deben integrar elementos como:
- Diseño y uso efectivo de prompts para herramientas de IA.
- Colaboración entre humanos y máquinas.
- Enfoques éticos y regulatorios en el uso de tecnologías.
Adicionalmente, la implementación de IA en procesos formativos permite personalizar el aprendizaje, mejorando la experiencia educativa de los participantes y aumentando la eficacia de los programas.
Inversión empresarial en formación
El informe confirma que la mayoría de los empleadores priorizará la capacitación como una estrategia central para abordar las transformaciones laborales. Los datos muestran que:
- 41% de los empleados necesitarán formación para mantener sus roles actuales.
- 19% deberá ser reentrenado para asumir nuevas posiciones.
- 11% corre el riesgo de quedar desplazado sin acceso a capacitación adecuada.
Esto subraya la importancia de diseñar programas que no solo respondan a las demandas técnicas, sino que también promuevan la retención y la movilidad del talento. Además, las empresas que invierten en formación fortalecen su marca como empleadores y aumentan su competitividad en el mercado global.
Conclusión: liderazgo en un entorno en transformación
El Future of Jobs Report 2025 reafirma la necesidad de una formación profesional adaptada a un mundo laboral en constante evolución. Para los formadores, esto implica:
- Incorporar tecnologías avanzadas como la IA generativa en los diseños curriculares.
- Diseñar programas que combinen habilidades técnicas y humanas de manera integral.
- Trabajar en estrecha colaboración con las empresas para garantizar una alineación precisa con sus necesidades.
En un contexto donde la capacitación no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad estratégica, los profesionales que lideren este cambio jugarán un papel decisivo en la configuración del futuro del trabajo.







Deja un comentario