Avances y el estado de la Inteligencia Artificial en el sector educativo

En la actual era de la tecnología y la digitalización, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un tema recurrente en diversas áreas, y el sector de la educación no es una excepción. La IA ha llegado para revolucionar la forma en que aprendemos y enseñamos, ofreciendo avances y oportunidades sin precedentes. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de aprendizaje personalizados, la IA está transformando la manera en que nos enfrentamos al conocimiento. En este artículo, exploraremos los últimos avances en IA y su impacto en el sector educativo, examinando cómo esta tecnología está cambiando la forma en que los estudiantes aprenden y los profesores enseñan. Descubre cómo la IA está abriendo nuevas puertas y posibilidades en la educación, y cómo podemos aprovechar al máximo esta poderosa herramienta para potenciar el aprendizaje en el siglo XXI. Prepárate para adentrarte en el emocionante mundo de la IA y su estado actual en el campo educativo.

¡Bienvenidos al futuro de la educación!


Este artículo es una colaboración con EVOLUPEDIA.

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Henry Jimenez

CAMBIO DE PARADIGMA

Actualmente, estamos presenciando cómo el auge y la enorme expectativa que rodea al ecosistema de herramientas de inteligencia artificial disponibles y aplicables están generando un impacto significativo en todos los sectores. Recientemente, realicé una encuesta con la siguiente pregunta: «¿Cómo estás enfrentando la disrupción de la Inteligencia Artificial en tu trabajo?» Sorprendentemente, el 51% respondió con optimismo, afirmando que estas tecnologías les resultan útiles; el 40% se mostró incierto pero dispuesto a aprender, mientras que solo un 8% manifestó indiferencia y un 2% confesó tener miedo. Esto demuestra que el panorama es más alentador de lo que se pensaba inicialmente, en cuanto a impactos negativos o temores se refiere. Sin embargo, es innegable que persiste una alta incertidumbre, y la educación no puede ignorar este fenómeno.

De hecho, ya se están viendo noticias sobre decisiones como la de Nueva York, donde han prohibido el uso de Chat GPT en los centros de formación, un movimiento similar al ocurrido en Madrid cuando se prohibieron los dispositivos móviles. No obstante, también surgen ejemplos de buenas prácticas en el uso de la IA y sus herramientas en la educación, como aquellos profesores que enseñan a sus alumnos a utilizarlas con sentido común y pensamiento crítico. En mi opinión, esta es la dirección correcta; en lugar de prohibir, debemos enseñar su uso adecuado y aprovechar al máximo sus beneficios, ya que negarse a ello sería dar la espalda a una realidad innegable.

Respecto a la preocupación de que la IA reemplazará a los profesores, mi respuesta es un rotundo NO. En mi perspectiva, la IA será una asistente académica que contribuirá a personalizar el aprendizaje, identificando y sugiriendo mejoras tempranas basadas en los datos académicos del estudiante. Ayudará a atender la diversidad, superando barreras de idioma, niveles, comprensión, ritmos de aprendizaje y motivaciones diversas. Por ejemplo, el uso de herramientas de IA para subtitulado automático o conversión de texto a audio, y viceversa, será especialmente útil para personas con habilidades diversas.

Históricamente, en el ámbito educativo, la tecnología ha llegado con cierto retraso, pero en esta ocasión, creo que no será así, ya que muchas de las aplicaciones de IA impactarán directamente en la generación de contenidos y asistentes virtuales, resultando de gran utilidad en la formación. Además, la facilidad de uso de estas tecnologías minimiza la barrera para su adopción, y como no requieren una inversión en dispositivos, su implementación será más rápida en comparación, por ejemplo, con la realidad extendida o el metaverso.

El sistema educativo puede enfrentar obstáculos burocráticos para adaptarse a esta transformación, pero es innegable que los estudiantes ya están utilizando la IA en su vida diaria, y esto impulsará un cambio en la educación. Por ejemplo, uno de los primeros ámbitos en ser impactados será el de las evaluaciones. Finalmente, podremos enfocarnos en que los estudiantes adquieran habilidades como el pensamiento crítico, la comunicación y la creatividad, en lugar de simplemente superar exámenes o trabajos repetitivos en los que la IA supera fácilmente a los alumnos.

De hecho, ya hay estudiantes que utilizan la IA conversacional para resumir información, resolver dudas académicas y obtener preguntas para ponerse a prueba. Esto es, sin duda, una práctica valiosa. En conclusión, no debemos temer que la IA nos quite empleo o nos haga sentir incompetentes frente a estas herramientas. Al contrario, están diseñadas para hacer nuestro trabajo más eficiente y permitirnos dedicar más tiempo a lo verdaderamente importante: facilitar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Lo que sí puede poner en riesgo nuestra labor es no aprender a dominar y utilizar estas tecnologías, ya que otros que sí lo hagan nos adelantarán.

Por lo tanto, defiendo firmemente que no podemos prever qué profesiones tendrán los alumnos que llenan las aulas hoy en día, y muchas de ellas ni siquiera existen en la actualidad. Por esta razón, enseñarles la competencia de «aprender a aprender» y la capacidad de formular buenas preguntas, en lugar de simplemente responder siempre las mismas o memorizar, debe ser el eje central de la transformación educativa y de formación.

Considero que la inteligencia artificial está suponiendo una revolución a todos los niveles, incluso más grande y rápida de lo que supuso la revolución industrial o el nacimiento de Internet.

Por tanto, la educación no puede dar la espalda a esta realidad social y debe liderar la transformación y adopción, así como a sentar las bases éticas y regulatorias para un adecuado desarrollo humano. Hablemos de cómo la inteligencia artificial contribuye a personalizar la educación y atender a la diversidad en la adaptación de contenidos, estrategias y mejorando la accesibilidad. Todos ellos aspectos claves y que pueden marcar la diferencia y resolver grandes problemas que tenemos en el sector educativo actualmente. Pero al mismo tiempo, no debemos perder de vista la ética y la privacidad como líneas indiscutibles que supongan crear espacios de seguridad para la comunidad educativa interactuando con la inteligencia artificial. Además, la inteligencia artificial podría ser utilizada para aliviar el trabajo docente en algunas tareas repetitivas y monótonas en cuanto a reporting, seguimiento, burocrafía, gracia y así ser más eficientes, reorientando la atención de los docientes hacia lo más importante, los estudiantes, poniendo a estos en el centro del diseño de estrategias educativas, generando un impacto positivo en su formación.

MEJORAS QUE OFRECE LA IA EN EL APRENDIZAJE

La tecnología debe ser un componente presente en el aula, siempre y cuando su incorporación no genere conflictos ni excluya a quienes no tengan acceso a ella. No obstante, en la sociedad actual, la tecnología está arraigada de manera innegable, y su impacto es evidente. Por lo tanto, la educación no puede mantenerse ajena a esta realidad, sino que debe aplicarla de manera responsable y fomentar su buen uso.

En este sentido, considero que la tecnología puede mejorar la educación de diversas formas, tales como:

  • Utilizar la inteligencia artificial para la curación y personalización de contenidos, adaptándolos a las necesidades individuales de los estudiantes.
  • Emplear el análisis del sentimiento y la emoción para detectar tempranamente necesidades específicas, mejorar el compromiso de los alumnos y obtener retroalimentación en tiempo real.
  • Reforzar la seguridad en las plataformas de formación, detectando, por ejemplo, casos de acoso y protegiendo el bienestar de los estudiantes.
  • Aplicar la IA en la generación de contenido en formato de video o audio a partir de textos o materiales preexistentes, lo que resulta muy útil para implementar metodologías como el «flipped classroom«, entre otras.
  • Ofrecer soluciones multi-idioma y locución para facilitar el acceso a la información a estudiantes de diversas procedencias lingüísticas.
  • Utilizar la IA para crear narrativas realistas e ilustraciones que ayuden a personalizar los contenidos educativos, promoviendo así un aprendizaje significativo.
  • Emplear asistentes académicos, como ChatGPT, para resolver dudas, explicar conceptos, generar preguntas, resumir contenido, esquematizar ideas y brindar apoyo y refuerzo educativo.

Estoy seguro de que existen muchas otras posibilidades que aún no hemos explorado. Creo que es el momento de abrir nuestra imaginación y, de manera colaborativa, establecer un observatorio en línea para compartir aplicaciones y usos innovadores que podamos darle a la tecnología en el ámbito educativo. De esta manera, podremos potenciar su impacto positivo y garantizar que la tecnología se convierta en una aliada efectiva en la mejora de la educación para todos.

Mis usos favoritos y prioritarios es asegurar la privacidad, prevenir el acoso y crear entornos seguros, diversos y accesibles a toda la comunidad educativa donde la integridad académica y la ética sean la base y el principio que articule toda actuación tecnológica y de Inteligencia Artificial. Los algoritmos de machine learning nos puede ayudar a monitorizar nuestros sistemas y plataformas educativas para prevenir, anticipar e incluso proyectar comportamientos futuros. Otro de mi uso favorito es la atención a la diversidad haciendo uso de la IA para personalizar contenidos a la diversidad del alumnado en nivel y capacidades pudiendo tener el mismo contenido en diferentes idiomas, diferentes niveles y diferentes formatos atendiendo así a la diversidad funcional y de competencias de los estudiantes de forma sencilla, barata y rápida.

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Inteligencia Artificial y oportunidades para el aprendizaje

HERRAMIENTAS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL QUE RECOMIENDO

Como herramientas ya disponibles, sugeriría comenzar con ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial (o más precisamente de aprendizaje automático) ampliamente conocida y que los estudiantes están adoptando rápidamente para su aplicación. Esta herramienta tiene el potencial suficiente para actuar como un asistente académico, donde es fundamental saber y dominar qué preguntar en lugar de simplemente obtener respuestas. Desde mi perspectiva, este enfoque en sí mismo representa un ejercicio de incalculable valor pedagógico, especialmente en un momento histórico caracterizado por una alta incertidumbre y desafíos complejos (no necesariamente complicados). Ante problemas complejos, no siempre existen soluciones preestablecidas y válidas, lo que destaca la importancia de la capacidad de aprender y generar nuevo conocimiento, algo que se logra al formular preguntas cada vez más efectivas, en lugar de responder siempre a las mismas (tal como nos han enseñado a hacer de manera brillante).

Indudablemente, comenzaría enseñando las virtudes mencionadas anteriormente de ChatGPT, ya que puede ser de gran beneficio para el desarrollo académico.

Otro tipo de herramientas que aprovecharía son aquellas capaces de generar contenidos en diversos formatos, como video, audio e imágenes, a partir de una solicitud previa con una indicación específica o incluso mediante el uso de contenidos previamente existentes. Por ejemplo, la generación de videos a partir de presentaciones o PDFs sería una aplicación útil para facilitar el trabajo y la comunicación asíncrona, lo que, a su vez, puede reforzar conceptos y aplicar metodologías de aprendizaje activas y flipped classroom. En este enfoque, profesores y estudiantes pueden crear sus propios contenidos de manera asíncrona y utilizar los espacios físicos y sincrónicos para actividades que vayan más allá de la simple transmisión de teoría.

Creo que esta sería una forma simple pero significativa de comenzar a utilizar estas herramientas con fines educativos. La clave reside en aprovechar su potencial para mejorar la experiencia de aprendizaje y fomentar la habilidad de hacer preguntas pertinentes y generar conocimiento, habilidades cruciales en un entorno educativo que enfrenta desafíos complejos y cambiantes. Visita este post en mi blog sobre 10 herramientas de IA que deberías conocer.

PERSONALIZACIÓN DEL APRENDIZAJE E INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Indudablemente, considero que uno de los mayores beneficios que la inteligencia artificial (IA) puede aportar a la educación es la personalización del aprendizaje. Este enfoque es fundamental, ya que enfrentamos el gran desafío de que cada persona aprende de manera única y parte de puntos de partida diferentes. La IA se convertirá en una herramienta invaluable al utilizar los datos académicos y el historial del estudiante para lograr esta personalización.

La IA tiene la capacidad de analizar grandes volúmenes de información y detectar casos específicos donde cada estudiante necesita refuerzo, retroalimentación, contenidos específicos, entre otros aspectos. En este sentido, la IA supera a los profesores, cuyo tiempo y capacidad de análisis se encuentran limitados. Podemos imaginar una aplicación de IA que disponga del contexto sociodemográfico de un estudiante, su historial de evaluaciones, calificaciones, métricas de seguimiento, asistencia, interacción, y que, mediante un análisis minucioso, brinde al profesor un modelo que anticipe posibles abandonos escolares o fracasos tempranos, e incluso le indique áreas concretas en las que se requieren acciones específicas para el desarrollo del estudiante. Esta posibilidad sería verdaderamente maravillosa, permitiendo al profesor anticiparse, detectar y atender lo que realmente es relevante para cada estudiante.

En definitiva, la IA puede transformar la educación al aprovechar los datos de manera inteligente para personalizar el aprendizaje, brindando a cada estudiante la atención y el apoyo necesarios para alcanzar su máximo potencial. Esto marcaría un avance significativo en la eficacia y eficiencia del sistema educativo, beneficiando a docentes y alumnos por igual y allanando el camino hacia un futuro educativo más prometedor.

DESAFIOS DE LA EDUCACIÓN CON LA DISRUPCIÓN DE LA IA

Es innegable que uno de los cambios más inminentes y dignos de agradecer es la transformación de los sistemas de evaluación basados únicamente en la calificación de exámenes y trabajos repetitivos. La aparición de herramientas como ChatGPT, que dificultan detectar la autoría de los trabajos, obligará a los profesores a innovar en las evaluaciones, lo que no va en contra de la legislación educativa. Podremos presenciar una evaluación centrada en competencias reales, en lugar de la tradicional y poco significativa evaluación al estilo PISA, que tiene escaso impacto en la sociedad y los estudiantes.

Sin duda, otro gran desafío será educar y formar en el uso de esta tecnología, tratándola como una competencia más que forma parte del currículo académico, al igual que las tablets, los proyectores o la tiza, todos elementos esenciales en la educación moderna.

Por otro lado, la burocracia y la resistencia a adoptar nuevas herramientas y metodologías de trabajo serán obstáculos significativos en el sistema educativo.

Además, es imprescindible avanzar en el establecimiento de directrices éticas para el uso y aplicación de la IA en la educación, y por ende, su impacto en la sociedad. Debemos considerar y resolver aspectos como la igualdad de oportunidades, la universalización, la atención a la diversidad, la privacidad, la seguridad, entre otros. En este sentido, la ley de protección de datos, GDPR, es un tema relevante que las empresas de desarrollo de IA enfrentan. La ley establece el derecho a la información para los usuarios, pero el reto es considerable ya que, debido al uso del aprendizaje automático, es prácticamente imposible conocer con certeza cómo la IA llega a una solución específica. Podemos decir que la IA es como una caja negra en este sentido, lo que complica el cumplimiento de ciertos aspectos legales.

En resumen, la incorporación de la IA en la educación plantea retos emocionantes, como la renovación de los sistemas de evaluación, la formación docente y el establecimiento de directrices éticas claras para garantizar un uso responsable y beneficioso de esta tecnología en la sociedad y en el ámbito educativo.

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