Ríos de tinta se han vertido en cuanto a educación se refiere. Infinidad de metodologías, multitud de herramientas. Muchos son los pensadores, pedagogos, profesores, maestros, psicólogos, científicos, técnicos, y un largo etc. los que han contribuido al conocimiento y a la enseñanza. Pero… ¿y los estudiantes?
Hoy tenemos más herramientas que nunca, acceso a todo el conocimiento que ha construido la comunidad educativa y la sociedad a lo largo de siglos. Hemos aprendido de la experiencia y seguimos haciéndolo. Tenemos todo eso accesible gracias a internet, gracias a construir comunidades internacionales y establecer diálogos sin fronteras (ni físicas, ni culturales, ni de idioma). Además, contamos con la tecnología de nuestra parte con todos los medios que ello conlleva. ¿Qué aportará y revolucionará la Inteligencia Artificial?
Sin embargo, la educación parece más confusa y rodeada de ruido que nunca. Merece la pena que volvamos a cuestionarnos todo, que hagamos una profunda reflexión y devolvamos al estudiante al centro de la educación, de donde nunca debió de haber sido desplazado.
Nos encontramos en una época llena de oportunidades, en un contexto social que demanda de un sistema educativo significativo y de calidad. No sólo porque lo necesitamos si no porque tenemos la obligación de construir una sociedad mejor, aprovechar nuestra voz e influenciar. Es imperativo aprovechar la oportunidad que está época en la que la tecnología de la información y comunicación nos brinda a través de conectar a todo el mundo.
En este contexto encuentro que la educación no termina de esclarecerse, no termina de encontrar soluciones óptimas. La comunidad educativa se sumerge en una oscuridad en la que necesitamos aportar luz. No podemos establecer reglas mágicas, ni métodos únicos. Necesitamos comprender, investigar, ensayar, pero sobretodo establecer un proceso de construcción de experiencias educativas que nos aporten aprendizajes significativos para los propósitos de nuestros estudiantes. Por ello, propongo un diseño de experiencias educativas centradas en las personas a través de la innovación como proceso.
Fruto de este propósito hoy podemos decir y agradeceros a toda la comunidad y personas que nos arropáis, inspiráis e impulsáis que somos:
¡¡¡FINALISTAS DE LOS PREMIOS EXPOLEARNING 2023 EN LA CATEGORÍA DE MEJOR INNOVACIÓN EN FORMACIÓN!!!
Específicamente por nuestra iniciativa de Inteligencia Artificial y oportunidades para la formación. En la cual puedes participar.
Toda comunidad que quiera gozar de un estado de bienestar digno, equitativo y universal debe fija como pilar un sistema educativo centrado en las personas, en el que el aprendizaje continuo sea la clave del progreso. Todos estamos involucrados de una manera u otra y por ello todos debemos ser partícipes.
Toda la sociedad tiene una dualidad. Por un lado, debe servirse del conocimiento, competencias y habilidades que la humanidad ha desarrollado y transmitido a lo largo de la historia. Pero a la vez debe transmitirlas, protegerlas, construirlas, reinventarlas y moldearlas.
La sociedad son el conjunto de las personas que lo forman. Parece una obviedad, pero esta afirmación categórica nos transmite una gran responsabilidad. Individualmente debemos tomar conciencia de nuestro propio aprendizaje, debemos hacer metacognición para empoderarnos de nuestro propio aprendizaje y a la vez tener la responsabilidad de compartirlo y enseñar a los que te rodean. Cuanto más compartes, cuantas más enseñas, más rico te haces. Sin duda.
Si te focalizas en el desarrollo profesional, podrás ver claramente como las carreras profesionales son ineficientes e insatisfactorias. Por un lado, nos es imposible predecir las profesiones, diría del futuro, pero quizás sean de dentro de ¿5-10 años? Por otro lado, no puedes o es tremendamente irresponsable que dejes en manos de otros tu desarrollo o formación. Lo que necesitamos en una sociedad en la que lo único constante es el cambio y en la que el mundo laboral ya no es el industrial clásico es mantenernos en un estado de aprendizaje continuo. Pero no sólo por tu profesión, si no por tu salud y bienestar. Por ello, por un lado, los entornos profesionales deben construir espacios educativos y establecer conversaciones multidireccionales en las que compartir conocimiento, así como facilitar las herramientas necesarias. Por el otro lado, los trabajadores debemos tomar conciencia y empoderarnos de nuestro propio desarrollo y aprendizaje continuo. Llevamos desde 2018 impulsando esta visión en este espacio y de cómo a través de los procesos de innovación centrados en las personas podemos diseñar experiencias educativas basadas en “lifelong learning” con un entendimiento profundo de las personas que forman parte de ella.
Este es el propósito que tras 5 años nos ha traído hasta aquí, transitando lo desconocido, despejando incertidumbres a través de la innovación y el aprendizaje. Por eso nos hace tremendamente felices y orgullosos compartir con todos y todas vosotras y vosotros que somos:
¡¡¡FINALISTAS DE LOS PREMIOS EXPOLEARNING 2023 EN LA CATEGORÍA DE MEJOR INNOVACIÓN EN FORMACIÓN!!!
Gracias, gracias y nuevamente gracias.
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