Con motivo de los 10 años de optimismo digital que cumple ISDI, la revista Forbes quiso acercarse para hacer un especial sobre lo digital desde lo digital. Con estas lineas quería compartir mi aportación a la entrevista: «Formación Online: cuando la enseñanza no tiene límites«.
Vivimos en una época profesionalmente efervescente, en el que cambiamos la forma de trabajar y la tipología de los trabajos. Como toda época de cambio, principalmente debido a la transformación digital y el avance de la tecnología, genera incertidumbre. Debido al desconocimiento, tenemos miedo y es natural. Pero a la vez hay y habrá muchas oportunidades, mas que riesgos. No pretendo que este sea un post sobre la psicología del cambio o las consecuencias de la transformación digital.
Como otras veces he comentado, pretendo ensalzar las bondades de los nuevos modelos de trabajo y el ecosistema empresarial que se abre camino, así como la aplicación y uso de la tecnología en favor de las personas.
Esta nueva época nos va a dar espacio y va a centrar el talento más que nunca en las personas, no en las máquinas como podrías temerte. Ya vimos cómo la creatividad va a ser clave, pero también la capacidad de aprendizaje.
Vamos a ello, en este cambio de época (de transformación digital), los trabajadores se deberían centrar y aprovechar en el desarrollo personal, en el cambio de mindset. Por mucho apellido que lleve como “digital” en realidad estamos hablando de personas. De diseñar servicios y productos centrados en las personas involucrando desde el punto cero en el negocio. Y al mismo tiempo, la cultura empresarial, está tomando conciencia de centrar la experiencia laboral en sus trabajadores. Un gran salto para el bienestar social, dado que vamos a sistemas de teletrabajo, trabajo por proyectos y salud laboral.
Para mi este cambio, es una oportunidad que podemos aprovecharla y disfrutarla profesional y personalmente. Para lo cual la actitud y aptitud es la capacidad de aprendizaje continuo. Mantenerte en modo de aprendizaje continuo y con la curiosidad de un niño o niña.
No es casualidad que lifelong learning sea el término más buscado en Google de 2019 en cuanto a términos de educación se refiere.
Vivimos en un ambiente digital de cambio constante en el que los profesionales tenemos que adaptarnos y aprender continuamente. Mantenernos en modo aprendizaje constantemente es una de las softskills más demandadas según los estudios de RRHH más recientes. Cuando participo y diseño los planes de formación de empresas todos coincidimos en estrategias de Lifelong learning. ¿Cómo vamos a saber en que formar y desarrollar a los empleados si no sabemos con seguridad hacia donde nos llevará el negocio? Por esto, cada vez más se desarrollan propuestas de microlearning en el que el contenido de las formaciones se imparta y se ponga a disponibilidad de los empleados de forma abierta a todos los niveles. De esta forma cada uno lo consume en función de sus necesidades profesionales cuando sus circunstancias personales le permiten. Todo esto vinculada a las evaluaciones de desempeño que cada vez más son 360º y la acertada cultura del feedback.
Todo esto es posible e ideal cuando se hace con soportes digitales, ya sean formatos digitales, gestión a través de un LMS, mobile learning, …
En cuanto a beneficios puramente de negocio, el formato elearning en primer lugar, por lo general suele conllevar menos gastos en el medio plazo. Tiene mayor éxito a nivel de completar cursos y aplicación rápida del conocimiento adquirido. Pero sin duda, ayuda a internacionalizar la formación, un empleado español puede acceder a una formación de Silicon Valley sin tener que desplazarse y a un precio realmente asequible.
Además, vivimos en una cultura empresarial que se está reconstruyendo centrándose en las personas que forman las comunidades de cada corporación, sector y/o departamentos. La formación constante es un valor en sí y una competencia que cada vez es más demandada, una necesidad primaria me atrevería a decir. Unido a la necesidad de compartir conocimiento y transmitir la información. Ya no va a haber compartimentación de este, y el éxito profesional estará vinculado a tu capacidad de aprender continuamente para adaptarte rápido.
Pero si aterrizamos en la realidad de los trabajadores… ¿Cuándo puedes dedicar tiempo a aprender algo nuevo si pasas 8 horas trabajando, y 1 hora al menos en el transporte? La respuesta está en el teletrabajo, en la formación online y la presencia virtual. Además, con el microlearning y el mobile learning podemos aprovechar tiempos muertos para aprender en pequeñas píldoras conocimiento significativos a través de formatos que tengan un engagement que te mantengan en el nivel de atención preciso.
En una sociedad y un tejido empresarial cada vez más digitalizado, se hace necesario mantenerse actualizado sobre las tendencias digitales. Pero al igual que las competencias digitales y la transformación digital esto va a ir mucho de softskills, de personas más que de máquinas. Competencias como el trabajo en equipo, la comunicación asertiva y la capacidad de dar y recibir feedback son cada vez más requeridas, y por supuesto la capacidad de aprendizaje continuo.
¿Tenemos que tener miedo de la inteligencia artificial y su capacidad de aprendizaje autónomo/automático o tenemos que preocuparnos de la falta de aprendizaje de las personas?
Dado que te encuentras en un medio en el que me centro en la educación, y en concreto en lo referido al “online” permíteme que en este contexto digital te hable de algunos de los beneficios para la educación.
Cuando hablamos de educación online, lo que en realidad hablamos es de un formato y un canal a través del cual compartir conocimiento. La educación como concepto no cambia respecto a ser presencial u online. Partiendo de esa premisa, las ventajas son muchas y gracias al abanico de posibilidades que abre la tecnología de internet.
Actualmente, el 67% de la población mundial tiene un dispositivo móvil con acceso a internet (statista.com). Por lo que a través de la formación online podemos llegar a prácticamente ¾ de la población mundial al mismo tiempo. De esta forma podemos hablar de que debemos avanzar en la universalización de la educación.
Por otro lado, la tecnología de la información, los motores de búsqueda y el desarrollo de internet nos ha dado la oportunidad de tener accesible de forma rápida, ordenada y gratuita los contenidos del conocimiento. Ahora bien, el resto es discriminarla y construirla con objetivos educativos. Pero en principio, el contenido ha dejado de estar bajo dominios privados a estar disponibles de forma abierta y gratuita.
Además, especialmente en los últimos 3 años, el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en el elearning se ha disparado. Debido a que vivimos en una sociedad con un ritmo frenético y en el que recibimos miles de impactos visuales a lo largo de un día… la sociedad demanda contenido filtrado, personalizado y adaptado a sus necesidades. Esto hoy es posible a través de modelos de machine learning que nos posibilitan personalizar la formación a través de algoritmos de inteligencia artificial. Esto, por ejemplo, en la formación presencial es simplemente imposible. Por otro lado, con la tecnología de blockchain, podemos pasar del internet de la información al internet del valor, intercambiar el valor fehaciente de la formación y certificar que tu formación esta totalmente certificada y expuesta públicamente a que cualquiera compruebe su veracidad. Veremos que nos deparan los próximos 5 años pues esto apenas está naciendo. Además, la realidad virtual y la realidad aumentada nos está haciendo posible recrear situaciones reales de aprendizaje en un entorno digital controlado y seguro que de otra forma no podríamos enseñar.

Dato importante que destaca el crecimiento sostenido del mercado de elearning es que lleva en la última década subiendo un 7.6% de media anual. En 2018 se invirtieron cerca de 300 billones de dólares a nivel mundial y se estima que en 2020 pueda llegar a aumentar hasta un 50%. Por ejemplo, España es el 5º país con más estudiantes online del mundo.
Con esto quiero destacar que no se crece si no hay unos beneficios, los datos nos avalan como un sector en auge con muchas ventajas que ya se ven en el desarrollo de las personas:
- Poder acceder al contenido cuando quieras y desde donde quieras.
- Adaptar la formación a las necesidades de cada estudiante.
- Llegar a más personas en menos tiempo con menos recursos.
- Posibilidad de educar a través de formatos diversos: videos, podcast, textos, unidades didácticas interactivas, realidad virtual, realidad aumentada…
- Evaluaciones adaptadas y fehacientes, con control y seguimiento absoluto por los profesores.
Ahora bien, si te planteas si es la formación online más eficaz que la presencial te diré que no todo es blanco o negro, hay una maravillosa escala de grises y diversidad que hace en su conjunción la riqueza y diversidad que genera oportunidades asombrosas para la educación, para la sociedad.
Como profesor te diría que todo depende de la metodología que apliques y transpongas en cada uno de los casos. Por un lado, la metodología en ambos casos hay que adaptarla a los estudiantes, situarles en el centro de la experiencia educativa y construir desde ahí.
Pero lo qué si puedo asegurar, como experto en formación online, edtech y en la tecnología de la información y comunicación es que la barrera entre online y presencial ha desaparecido. Es mucho más permeable y hay métodos que funcionan mejor en presencial y otros mejor en online, siempre dependiendo de a quien te dirijas. En conclusión, es más cuestión del modelo que elijes y como lo desarrollas que realmente si decides que sea online o presencial. Creo que estamos cerca de eliminar esa distinción, la frontera entre lo digital y lo F2F acabará desapareciendo.
No obstante, cualquier metodología pedagógica es posible realizarla con éxito y eficazmente tanto en online como presencial.
Obviamente, los beneficios del elearning pueden aportarnos unas ventajas en cuanto a coste y penetración que lo haga más eficiente en cuanto a aumentar la asistencia, participación, pero también es cierto que el calor humano, el abrazo de un o una maestra, la mirada cómplice de un grupo de alumnos o la risa contagiosa en un aula, no tiene aun reflejo en lo “online”.
Por último, destaco que la educación online es capaz de crear un nivel de interactividad y conexión entre las personas que da como resultado la esperada multidireccionalidad del conocimiento.
Ocurre que en un formato online se dan las mismas oportunidades de participación y abre mas posibilidades con más canales de comunicación que rompe con barreras como la timidez, aquellos que son más ágiles o destacan más y acaban monopolizando la conversación se ve reducida. Es una gran ventaja. Unido a la participación asíncrona.
Internet en sus inicios era un canal prácticamente unidireccional y las primeras formaciones online eran así. Pero internet en la década pasada dio un gran salto hacia la web 3.0 que precisamente transformó la red de redes en un canal multidireccional en el que las redes sociales son el reflejo de dicha idea. Del mismo modo que una empresa ya no sólo muestra en internet su web si no que debe controlar o gestionar lo que se habla de ella en las redes sociales, en otros medios, etc. Una formación online puede crear y debe crear esta multidieccionalidad en el aula. Es un valor clave en la pedagogía que el online lo ha hecho posible quizás de forma más eficiente que la formación presencial. Tenemos foros, canales de comunicación al estilo de whatsapp, Telegram, herramientas como teams de Microsoft, slack, social learning a través de RRSS, sesiones virtuales síncronas participativas, talleres online, llamadas, entregas de ejercicios P2P…. el abanico de posibilidades es realmente amplio para generar comunidad.
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